Un estudio elaborado por COAG, a partir de datos y de aforos en las explotaciones, prevé un rendimiento de 4,7 toneladas por hectárea, cantidad superior en un 22 por ciento a la del año pasado y en dos veces y media a la de hace dos años
COAG prevé que el buen año climático que está viviendo el campo se traduzca en nuestra región en una cosecha récord de cereales que, según estudios elaborados por la propia OPA, supere con creces los 8 millones de toneladas. El dato es el mejor de los últimos diez años y será muy similar al que se produjo en la campaña 2019-2020 cuando los agricultores de Castilla y León obtuvieron una cifra de producción cerealística de 8,55 millones de toneladas. Aunque
aquel año, tal cantidad se produjo mediante el cultivo de 1,8 millones de hectáreas y en la presente campaña, la superficie sembrada, siempre según el estudio de COAG, será de 1,7 millones de hectáreas.
COAG, cuyo estudio ha sido realizado tanto a partir de datos como de aforos en un número significativo de explotaciones, estima por tanto una producción de entre 8,1 y 8,5 millones de toneladas, con una superficie sembrada de 1,7 millones de hectáreas y con un rendimiento medio de entre 4,7 y 5 toneladas por hectárea.
Tal magnitud productiva se debe al excelente comportamiento que ha tenido el clima con el campo. A pesar de la sensación generaliza, no ha llovido mucho más de la media, pero sí ha llovido bien. Las lluvias han estado muy repartidas y han caído en los momentos de mayor necesidad. De ahí, el excelente dato de los rendimientos previsibles, que este año serán un 22 por ciento superiores a los de 2024 y casi dos veces y media mayores que los de 2023.
Y no solo los cereales de invierno, también los cultivos de leguminosas y de colza presentan unas inmejorables perspectivas de producción. Además, prácticamente no se ha tenido que hacer uso del riego, con el considerable ahorro de coste y de trabajo en las explotaciones. Paralelamente, las reservas de agua embalsada se encuentran en niveles óptimos para estas fechas del año, alcanzando el 90 por ciento de su capacidad.
COAG estima que el reverso de estas buenas noticias serán los precios. Ante la expectativa que están generando las previsibles buenas cosechas en todo el mundo, con excepciones en zonas de Asia, los precios del cereal se han sumido en una tendencia bajista cuyo fondo es imprevisible. En estos momentos, las lonjas de Castilla y León exhiben horquillas de entre 180 y 190 euros por tonelada de cebada, y de 197 a 210 en trigo. Cantidad que se ve ligeramente aumentada en las lonjas de fuera de nuestra región.
Según los expertos, cuando llegue el momento culminante de la recolección, que será entre los meses de julio y agosto, los compradores tendrán el problema de gestionar la adquisición de cantidades no habituales, e incluso necesitarán espacios suplementarios para almacenar toda la cantidad superior de grano producido. En esos momentos, es habitual que los precios vuelvan a caer en torno a otro 10 por ciento y podríamos encontrarnos con cotizaciones inferiores a 180 € en cebada y a 190 en trigo que son los precios que ahora mismo están en vigor en las lonjas.
COAG calcula que, con ese escenario de precios, los cerealistas de Castilla y León dejarán de percibir alrededor de 890 millones de euros en tanto que el precio a partir del que podemos hablar de rentabilidad del cultivo sería de 300€ la tonelada. Como puede verse, esa cantidad está muy alejada de la realidad que configuran los citados precios de derribo.
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